Para aliviar el dolor de la leche de su madre, que no está descalza, acepta un trabajo como nodriza. Pero es despedida bruscamente cuando se descubre que está "demasiado apegada" a su joven protegida...
Años más tarde, Kyoko le cuenta a su hija adolescente Marika que ha amamantado a uno de sus compañeros de clase, un chico llamado Toji, y lo trae a casa para cenar. La pasión de Kyoko y Toji se reaviva, mientras que Marika no puede quitarse de la cabeza a su nuevo "hermano mayor".
Al descubrir la verdad sobre Toji y Kyoko, Marika exige a Toji que elija entre ellos. Lo que no sabe es que su madre tiene una forma de ponerse violentamente celosa.