Kiritani revela finalmente sus verdaderos colores, llama a Yamaguchi al almacén y le obliga a entretener a Yamada.
Incapaz de resistirse a las órdenes, Yamaguchi orina en la cara de Yamada y le obliga a lamerle la entrepierna.
Sin embargo, la ira de Kiritani no cede y finalmente se adelanta para «hacer algo» con Yamada.
¡Yamada es engullido indefenso por este feroz XXX inverso que deja bien claro el hecho de que no son «paciente y enfermera», sino «débil y débil»...!