Tsumugi no se da cuenta de que su mejor amiga , Saki, estaba apuntando a su suegro. Mientras cree que incluso una violenta y dura embestida es natural... Tsumugi, que sin saberlo desprecia y se abalanza, es una vez más disciplinada por su suegro. Tsumugi sigue maldiciendo aunque es consciente de los cambios en su cuerpo .