En algún lugar de las montañas, un pequeño zorro cayó en una trampa de caza. Después de permanecer allí durante varias horas, estuvo al borde de la vida y de la muerte. La salvó un hombre desconocido (el dueño de un hotel de montaña) que pasaba por allí. Pasaron unos meses, las heridas del zorro se curaron y ella se sintió en deuda con esa persona. El zorro quería devolverle al hombre su bondad y misericordia. Tomó forma humana y comenzó a buscar a su salvador.