No dejaré que le pongas la mano encima a mi madre ni a mi hermana. Kaedeka le dice esto al sórdido hombre al que una vez quiso como a su hermano, pero que ahora odia. Sin embargo, ella no tenía forma de saber que los dos ya habían sido inseminados...
No se atreve a corregirle, y en su lugar ataca a Kaedeka en bañador en los vestuarios de la escuela, con la esperanza de devorar su tonificado cuerpo de nadadora de competición... Su hijo va a observar a su problemática y bella madrastra Otoha en el trabajo,
admirando su aspecto digno mientras da instrucciones precisas a su subordinada, al tiempo que exige que le haga una paja con los pies bajo el escritorio. Otoha revela el secreto de su marido... Este hecho sacude los cimientos mismos de la bella madrastra, cuya castidad hacia él le había impedido caer en la vara de su hijo... No había forma de reprimir la palpitación que brotaba de lo más profundo de su cuerpo...
La tensión y el miedo golpearon a Nagisa en lo más profundo de su cuerpo... Sintió que una palpitación definitiva se calentaba....