Kareki Tsunetaka es un veterano "oficial de seguridad del hogar" desde hace 20 años. Un día, su casa es invadida por la mujer con la que su padre se vuelve a casar: Katsuragi Shouko, una ex viuda con un cuerpo demasiado bueno para ser desperdiciado por la viudez.
Tsunetaka, gracias a su intuición perfeccionada por ser un oficial de seguridad en el hogar, deduce que Shouko planea apoderarse de su casa. Para proteger su hogar, Tsunetaka pone sus ojos en la hija menor de Shouko, Yuki, buscando material de chantaje a través de varios dispositivos de vigilancia. A través de la vigilancia constante, es testigo de sus pequeños pero hermosos pechos, de incautos vistazos a la parte interior de sus muslos y, lo más importante, de su momento íntimo con su novia, todo ello captado por la cámara.
Con este material de chantaje, el agente de seguridad doméstica destruye su virginidad, taponando su impertinente boca con su vara, y penetrando profundamente en sus áreas previamente no tocadas.
El siguiente objetivo... es la hermana, Katsuragi Yuki.