Todo el mundo sabe que la familia que juega junta, permanece junta. Especialmente cuando se trata de una familia sórdida. Masaru se encuentra con su tía Miyuki y la pilla en un momento de intimidad. Al principio intenta huir, pero Miyuki le convence para que se quede. Cuando la madrastra de Masaru (la hermana de Miyuki) ve lo que están haciendo, ¡tiene que participar!