Como es habitual, la casera, Miyuri, deja que el protagonista, Daisuke, se la folle todos los meses cuando hace la ronda para pagar el alquiler. Esta vez, ella le prepara la cena mientras lleva un delantal con volantes que hace que su imaginación se vuelva loca. ¡Un poco de ejercicio después de comer es estupendo para el cuerpo! ¿Qué mejor manera de sujetar su gorda y dura vara de mando que con su apretado coño? El viaje será accidentado, así que ella tiene que sostenerlo firmemente todo el tiempo mientras despegan.