Hubo una vez un demonio, Astaroth, que invadió el reino humano, sumiendo al mundo en la guerra. Sin embargo, fue finalmente suprimido por un grupo de héroes que le arrebataron sus poderes y lo sellaron en las profundidades de la tierra. Doscientos años más tarde, corrió el rumor de que el sello se había roto debido a los recientes cambios en la corteza terrestre y que el demonio había revivido. Muchos aventureros confiados descendieron al laberinto subterráneo de Astaroth con la intención de derrotarlo y hacerse famosos. No sabían que les había tendido una trampa...