Nuestro protagonista es un hombre de negocios corriente de veintitantos años que no tiene novia. Hay una linda chica de la HS que ve en el tren todos los días. Está bien desarrollada, tiene buenas caderas y una figura saludable. Si pudiera casarse con una mujer como ella...
Con esa figura y esa personalidad amable, ella ha renunciado a luchar y se entrega a que la molesten o se la follen. Eso es lo único que ha conocido.
Un día nuestro protagonista abusó de ella en el tren. Como ella no se resistió, la llevó a un hotel para tener sexo. Esta sería la primera vez que ella tiene sexo normal. Fue entonces cuando ella aprendió lo bueno que puede ser el sexo, y él se enteró de su culo apretado y sus tetas voluptuosas, de su personalidad familiar y agradable, y de que es una chica sucia.